Cuando hablamos de utilizar protector solar, la gente suele relacionarlo con ir a la playa y tumbarse en la arena. Incluso, hay quienes creen que recibir sol de forma intencional no es lo mismo que hacerlo mientras salen a caminar a la calle y, realmente, es igual de perjudicial.
En los deportes pasa lo mismo. Hay muchos amantes de la actividad física que piensan que el sol es más dañino cuando están trotando en la orilla de la playa que cuando salen a manejar bicicleta en la ciudad. En este caso, el riesgo es incluso mayor, ya que hay profesionales que entrenan en exteriores durante todo el año, por lo que la exposición solar se va acumulando.
Aun así hay muchos deportistas que se saltan el protector solar:
- Por la posibilidad de que ardan los ojos a medida que sudan y el producto se disuelva en el rostro.
- Por la textura pesada de algunos protectores solares.
- Porque la arena o la suciedad puede pegarse con más facilidad a la piel.
- Porque la sensación de la brisa hace que se sienta menos el efecto del sol.
Lo que hay que saber es que la tecnología ha avanzado tanto que estos ya no son motivos válidos para no usar protector solar mientras se practica deporte. En el mercado existen productos como Umbrella Sport que son hechos específicamente para deportistas: a prueba de agua y sudor, que no irritan los ojos, con texturas ligeras, de efecto mate, toque seco y de muy alta resistencia.
Así que aquí no es un tema de cuáles deportes son adecuados para utilizar protector solar y cuáles no, lo importante es aplicar estos productos SIEMPRE que vayamos a tener exposición solar, aunque sea poca.
De igual forma, se debe ser aún más cuidadosos cuando:
- Hay nieve o arena muy blanca, ya que reflejan la luz del sol e intensifican el impacto sobre la piel.
- Se realizan actividades a muchos metros de altitud, ya que cuanto más ascendemos, menor es la protección que nos ofrecen las capas de la atmósfera.
- Hay contacto constante con el agua, ya que puede retirar el producto de la piel con facilidad y reducir su efectividad.
¿Cuándo empieza el daño causado por el sol?
El tiempo máximo que los expertos recomiendan estar sin protección en un día con poco sol es de 80 minutos para las pieles claras y de 110 para las oscuras.
Por otro lado, en días con abundante sol, el daño en pieles claras y pieles oscuras comienza luego de 15 y 25 minutos, respectivamente.
Creemos que las rutinas físicas de la mayoría de personas que está leyendo esto han sido mucho más largas y sin protección.
Además del uso obligatorio de protector solar, hay otras recomendaciones para que los deportistas no sufran daños:
- Evitar las horas donde el sol tiene mayor fuerza. Aquí los ciclistas que inician sus rutas a las 5:30 de la mañana tienen un punto a favor.
- Utilizar gorras, gafas de sol y prendas de mangas largas.
- Evitar las viseras porque no protegen la parte superior de la cabeza y podrían producirse quemaduras en el cuero cabelludo.
- Reaplicar el protector solar cada dos horas, sobre todo, si el sudor es abundante.
- Utilizar productos con un SPF, mínimo, de 50.
- Aplicar el protector solar en orejas, cuello, escote y todas aquellas zonas que se suelen olvidar y que están en contacto directo con el sol.
- Si se va a realizar deportes acuáticos, utilizar opciones que sean amigables con el ambiente.
Es necesario tomarse el tiempo necesario para escoger bien el protector solar que más se adapte a tu estilo de vida. Cuando encuentres el indicado, estarás protegido sin sentir que llevas puesta una crema. ¿Qué tal si empiezas probando Umbrella Sport?