Existen diversas versiones de lo que puede ocurrirle a los deportistas si se bañan después de hacer ejercicio, lo que ha ocasionado un debate sobre lo bueno o malo que puede llegar a ser. A continuación hablaremos de algunos mitos y verdades sobre bañarse después de hacer ejercicio.
Bañarse después de ejercitar
Aunque los expertos coinciden en que lo indicado es bañarse después de hacer ejercicio, se ha dado un debate sobre este tema por las diversas ideas que se tienen al respecto. La discusión gira en torno a otros ítems como el tiempo que se debe esperar después de realizar la actividad física para bañarse o la temperatura del agua ideal a la hora de ducharse. Más adelante veremos algunos mitos y verdades que han surgido respecto a este tema.
Mitos
Existen dos grandes mitos respecto al tema que han hecho que las personas piensen que es malo bañarse después de hacer ejercicio. Aunque son mitos diferentes ambos están relacionados con la pregunta ¿Cuánto tiempo hay que esperar para bañarse después de realizar actividad física?
En primer lugar, existe la creencia de que hay que esperar por lo menos una hora para ducharse después de hacer ejercicio. En segundo lugar, se piensa que es malo bañarse con agua fría después de ejercitarse por el cambio abrupto de temperatura. Estos dos mitos se derrumban si se toma un tiempo de veinte minutos entre la actividad física y el baño, ya que es un tiempo suficiente para que la persona estire y su temperatura corporal baje.
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Verdades
Ahora bien, sabiendo que se debe tener en cuenta el tiempo de espera entre el ejercicio y la ducha, podemos decir que es bueno bañarse después de hacer ejercicio y trae consigo varios beneficios para el deportista. Por otro lado, el no bañarse después de realizar alguna actividad física sí puede acarrear consecuencias negativas para la persona. Al no ducharnos, estamos dejando en nuestra piel las toxinas que hemos sudado y esto puede dar lugar a irritaciones, espinillas y otras lesiones en la piel.
Enlace externo: En su artículo, el periodista Borja López nos dice: “Tras hacer ejercicio siempre es bueno ducharse, aunque solo sea para quitarse el sudor y sentirse mejor. Sin embargo, en muchas ocasiones, no siempre es bueno ducharse con agua fría. Y es que, normalmente, esta es la opción que eligen los deportistas profesionales tras sus entrenamientos y participación en competiciones o pruebas deportivas porque les ayuda a recuperarse”.
Siguiendo la línea del periodista, la persona que está realizando la actividad física es la que debe decidir si bañarse con agua fría después de ejercitarse. Esto depende de si busca relajación (agua caliente) o recuperar el cuerpo para competencia (agua fría). Ahora, es importante mencionar que la ducha con agua fría trae consigo varios beneficios.
Beneficios del agua fría
- Ayuda a recuperar el ritmo cardiaco
- Regenera la musculatura
- Reduce la temperatura corporal
- Tonifica el cuerpo
- Contrae los vasos sanguíneos
Con lo mencionado anteriormente, queda claro la importancia de la ducha después de una rutina de ejercicios. ¡A relajar esos músculos!